Diego & Marta tenían muy claro desde el primer momento que su Luna de Miel tenia que ser intensa, como lo son ellos. Pero también me dijeron que no les apetecía tener que seguir un guión fijo durante toda su Luna de Miel.
Esta petición supuso un reto para mí pero, tras proponerles un par de alternativas, voilà ya teníamos el que fue, según sus propias palabras, EL VIAJE con mayúsculas de su vida.
D&M comenzaron por visitar la encantadora Melbourne, considerada la capital cultural de Australia. Continuaron hacia Cairns donde disfrutaron de la impresionante Gran Barrera de Coral desde el mar a bordo de un crucero, practicando un snorkel inolvidable y a vista de pájaro en uno de los sobrevuelos en helicóptero más bellos del planeta.
Para terminar en Sydney, una ciudad entusiasta, acogedora y vibrante volcada en la bahía más bella de Australia, en la que, por cierto les organizamos una experiencia muy especial con un sobrevuelo en hidroavión con almuerzo gourmet.
Desde allí cruzaron a Nueva Zelanda, uno de los países más remotos y aislados del mundo. Un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza y de las actividades al aire libre con una variedad de paisajes tan diferentes que no dejan de sorprenderte en ningún momento.
Comenzaron su periplo, en esa ocasión por la isla sur porque era la que mejor combinación aérea ofrecía, conduciendo su propio coche de alquiler. Fue una estupenda manera de descubrir a su aire y a su propio ritmo este lugar de extraordinaria belleza paisajística que nos ofrece magníficos paisajes costeros con kilómetros de playas, verdes praderas en vastas llanuras, bosques subtropicales con cascadas, extensas colinas y lagos cristalinos, cumbres nevadas y fiordos espectaculares.
Desde aquí les organizamos la reserva de algunas de las experiencias que considero que son un must de este destino: el crucero por el fiordo de Mildford Sound, subir en Heli Hike para caminar sobre los hielos milenarios del Glaciar Franz Josef y sobrevolar Lake Tekapo para observar el Monte Cook desde el cielo. Pero me consta que, sobre la marcha y una vez en destino, decidieron descargar adrenalina practicando algún que otro deporte de aventura. No sé si sabéis que en Nueva Zelanda se originaron la mayoría de este tipo de deportes y sigue siendo el lugar idóneo para los que buscan emociones fuertes: rafting, kayak, Bungy (puenting), y salto en paracaídas. De hecho, la ciudad de Queenstown, en la Isla Sur, es la capital mundial del deporte extremo.
Después pasaron un par de noches en la isla norte de Nueva Zelanda donde, con un clima más suave, visitaron Aukland e iniciaron un viaje mágico a través de la Tierra Media, hogar de los Hobbits. Aquí les esperaban increíbles paisajes volcánicos, con actividad geotermal y lagunas termales de todos los colores.
Y para finalizar, D&M degustaron la guinda del pastel para su Honeymoon: cinco noches repartidas entre una romántica villa con piscina privada y una villa overwater en uno de mis hoteles boutique favoritos de Fiji, uno de los tesoros más preciados del Océano Pacífico y que, sin duda, marcó su historia de amor para siempre.
Esta es sólo una pequeña selección de viajes que he diseñado. Te invito a visitar mi BLOG dónde encontrarás más inspiración e ideas.
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